BEST BITES 2024

Este rincón fue un secreto bien guardado hasta que se volvió famoso por lo bueno y empezó a abrir más puntos de venta. Aunque es una taquería mexicana, tiene su toque gomelo y trabajan con ingredientes de la mejor calidad. Detrás hay varios chefs con mucha trayectoria y en la carta hay algunos clásicos y algunas creaciones propias. Sus tacos están muy bien, pero tienen platos que son un rotundo diez. La tostada de atún es una verdadera delicia, tienen un especial de pesca fresca que siempre sale buenísimo. Es un restaurante perfecto para probar cosas diferentes con sus amigos y tomarse unos drinks, las margaritas están muy bien.

Este es un piqueteadero gomelo que lleva los clásicos colombianos a otro nivel. Nació en Bucaramanga y abrió en Bogotá. El sitio se llama Cotiza Longaniza, pero la razón para ir no es tanto la longaniza sino el chicharrón, es uno de los mejores chicharrones que me he comido en la vida. No por nada tienen un cuarto dedicado a curar el chicharrón de cerdo, es un hit. Es el sitio perfecto para ir a la fija y probar delicias de la comida colombiana.

Prudencia es un restaurante con mucho corazón. Es antendido por sus dueños de origen estadounidense. Mientras la esposa lidera el servicio y atiende a los clientes, el esposo está a cargo de la cocina que es abierta por lo que los comensales pueden ver todo mientras ocurre. Es un menú degustación. Varía pero no es muy extenso, es una especie de menú del día con algunas alternativas para los clientes, generalmente empieza con un pasabocas, hay algunas opciones de plato principal con ensalada y cierra con un postre. El restaurante solo abre al almuerzo y definitivamente han logrado algo muy especial, cada plato es novedoso y delicioso, atienden a sus invitados con mucho cariño y la casa tiene muy buena vibra. Es una experiencia a la que hay que ir al menos una vez en la vida.

Buscando los mejores sándwiches de Bogotá llegamos a este sitio. Para evaluar un sánduche, hay que empezar por el pan y esta focaccia estaba BRUTAL. Crocante y dorado por fuera y suave por dentro. Los rellenos estaban muy bien pensados y las combinaciones eran clásicas con ingredientes italianos. Nuestro favorito indiscutible fue el Bologna al Pistacchio, que mezcla lo mejor de la stracciatella con el jamón de bologna y la crema de pistacho. A todos en la Ofi nos descrestó, el punto se lo lleva el tamaño. Con uno queda mucho más que bien para el día.

En Bogotá se come buena pasta fresca gracias a lugares como este. Flora queda en Chapinero pero es un homenaje al país de la pasta. Su carta tiene una gran variedad y sus sabores sorprenden en cada bocado, desde la entrada hasta el postre va a quedar satisfecho. No solamente se va a sorprender por el gran nivel en la comida, pues es de esos restaurantes que, además de comer rico, el sitio lo deja boquiabierto.

Después de un par de años y una moneda a la Fontana di Trevi, abrió Verano! Cuando nos antojamos de montar un restaurante de comida mediterránea, nos fuimos de trabajo de campo. Recorrimos los mejores restaurantes de varias ciudades del mediterráneo y probamos los mejores platos. Encontramos inspiración en dónde menos lo esperábamos. Nos trajimos pasta fresca, pizza y hasta arayes. Le metimos el alma, y no es por nada, pero es de nuestros favoritos.

En Quinta Camacho hay un restaurante en el que todos los platos deberían ir junto a una copa de vino. Este restaurante a puerta cerrada es uno de los clásicos de la ciudad. Es ese sitio perfecto para comer delicioso y tomarse unos vinos. La comida se caracteriza por un gran sabor y una interpretación de ingredientes locales.

Este es el restaurante número 6 en la lista de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica. Creado por el boyacense Jaime Rodríguez, es un sitio que reinterpreta el alimento local de una forma distinta. Su despensa busca apoyar a la mayor cantidad de campesinos colombianos y, sus platos, hacen que cualqueir comensal recorra Colombia a través de los sabores. Es simplemente espectacular.